¿Sabías que las mujeres son las responsables de producir más de la mitad de los alimentos del mundo? A pesar de su enorme contribución, su papel en la agricultura y la seguridad alimentaria ha sido históricamente invisibilizado. Desde los campos de cultivo hasta las mesas familiares, las mujeres han sido las guardianas de la alimentación, la biodiversidad y los saberes ancestrales. Hoy, te invitamos a descubrir por qué su labor es clave para el futuro de la alimentación global.

Mujeres en el campo: Las productoras que alimentan al mundo 

En países en desarrollo, las mujeres representan entre el 40% y el 60% de la fuerza laboral agrícola. En África, por ejemplo, producen el 80% de los alimentos básicos. Sin embargo, su trabajo no se limita a sembrar y cosechar: 

• Preservan semillas nativas y técnicas de cultivo sostenible. 
• Gestionan huertos familiares que garantizan la alimentación diaria. 
• Son las principales encargadas de la agricultura de subsistencia, asegurando la comida en épocas de escasez.

Recolectoras y conservadoras: Ingenio frente a la adversidad.

 Las mujeres no solo cultivan, también recolectan y conservan alimentos. ¿Cómo lo hacen? 

• Recolectan frutos, hierbas y raíces que complementan la dieta familiar. 
• Desarrollan técnicas de conservación como el secado, la fermentación y el ahumado, evitando el desperdicio de alimentos. 
• En comunidades indígenas, son las guardianas de plantas medicinales y alimentos silvestres.

Su conocimiento es un tesoro que ha pasado de generación en generación, asegurando la supervivencia de sus comunidades.

Nutrición y seguridad alimentaria: El corazón del hogar

Las mujeres son las principales encargadas de preparar y distribuir los alimentos en el hogar. Su rol es vital para garantizar una alimentación equilibrada y nutritiva, especialmente para los niños y los más vulnerables. Además:

• Promueven prácticas como la lactancia materna. 
• Adaptan dietas en contextos de escasez, demostrando una increíble capacidad de resiliencia.